Se trata de un conjunto de portavelas que en este caso forman la palabra Halloween. En la foto no se puede apreciar realmente, pero en directo el efecto es increíble;¡causaron sensación!
Son latas de Nesquik, pintadas de negro y a las que hicimos agujeros para ir creando las letras. Al introducir las velas encendidas en su interior e iluminarse se crea una atmósfera mágica.
Para tematizar la mesa donde cenamos colocamos un candelabro negro con velas blancas y a las velas les pusimos un poco de sangre artificial, el efecto era muuuuuuy realista.
Acompañando al candelabro, tela de araña negra, una jaula con un ojo de chuchería dentro y mi última adquisición de Halloween, éste cuervo negro que me encanta...
Como porta servilletas utilicé una dentadura de vampiro...
Y también cree un rincón de pociones para ambientar un poco más el salón...
En el bol de la bebida apareció una mano congelada...
En los portarretratos se podía ver esta imagen...
Y como no podía ser de otra manera, en la entrada y para cualquier niño que viniese disfrazado nos encontrábamos con esto...
Como veis son pequeños detalles pero hicieron de ese día un día especial. ¡¡¡Ahora a coger ideas para el año que viene!!!
vaya pasada mariii!!!!!! el próximo año me pido ser tu invitada en la fiesta!!! lo de la mano congelada en la sangre quedó brutaaal
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