Hoy leemos: ¿Puede pasarle a cualquiera?

El libro que os presento hoy es uno de los que nos trajeron los Reyes. Y tengo que reconocer que me costó bastante encontrarlo. Pregunté en varias librerías y ni siquiera lo conocían, pero como había leído la reseña por Internet y me había parecido muy interesante, lo quería.Y al final lo conseguí!!!

¿Puede pasarle a cualquiera? es un libro escrito por Mar Pavón  publicado por Cuento de Luz en el año 2011.

Cuenta la historia de Balzo, un niño que una tarde acompaña a su mamá de tiendas, algo que como a la mayoría de los niños, le resulta muy aburrido, así que decide ponerle remedio jugando a ser un gusanito. Pero en un descuido, causa un gran estropicio.Aunque eso no es lo peor,no. Porque empieza a salirle un chichón en la cabeza. Sin embargo, ni su mamá ni el vendedor parecen darse cuenta de esto último; al contrario, riñen a Balzo como si hubiera causado el estropicio (¡y su chichón!) adrede...

Este cuento pone de manifiesto el doble rasero que muchas veces los adultos usamos para juzgar a los niños. Los niños son niños y como tales gritan, corren,saltan, juegan...es su naturaleza y debido a esta energía que muchas veces no controlan pues sí, también rompen cosas. Y los adultos damos por supuesto cuando esto sucede que lo hacen adrede, sin ni siquiera darles el beneficio de la duda. Sin embargo, si llega a ser un adulto el que tira algo y lo rompe, otro gallo cantaría.

Y esto es lo que Balzo ve. Se da cuenta como a él lo reprenden sin contemplaciones y cuando esa misma situación le ocurre a su madre recurren a la socorrida frase "¡Puede pasarle a cualquiera!". Y él como es lógico, no entiende nada. Si puede pasarle a cualquiera, ¿Por qué se han enfadado tanto con él?

Es muy importante educar a los niños para que sean comprensivos y puedan ponerse en el lugar de la otra persona, pero si nosotros no lo somos, ¿cómo vamos a exigirselo a ellos? A los niños no sólo les demostramos amor con una palabra o un te quiero,sino cuando les apoyamos y les comprendemos, aunque pensemos que se han equivocado; porque como bien dice la frase "Quiereme cuando menos lo merezca, porque será cuando más lo necesite". Y en este caso, ¡Balzo ni siquiera tenía la culpa! Él solo necesitaba un poco de consuelo, que alguien lo abrazara, le diera un beso en el chichón y lo reconfortara, pero nadie reparaba en eso...

Un cuento precioso,cargado de significado y con unas hermosas ilustraciones,no sólo recomendado para niños. Los adultos deberíamos también leer estas historias de vez en cuando, para abrir los ojos y darnos cuenta de la injusticia con que muchas veces tratamos a los más pequeños.