Todos sabemos que a los niños les encanta coger todo lo que encuentran a su paso y llevárselo a la boca, y hay veces que por muy pendiente que estés acaban haciéndolo igual. Sin embargo, no por ello vamos a dejar de ofrecerles experiencias y materiales para que jueguen y exploren. Lo único que necesitamos es tener un poco de precaución para que lo hagan de una forma segura. Hoy os traigo dos recetas de pintura de dedos; una para bebés y otra, un poco más consistente, para niños. Así, además de resultarnos más económicas que las compradas,podemos disponer de ella en la cantidad que deseemos y sobretodo, sabemos que si se la meten en la boca y la comen no entrañan ningún peligro
PINTURA DE DEDOS PARA BEBÉS
- 1 Yogur
- Colorantes alimentarios.
Lo único que tenemos que hacer es repartir el yogur entre los distintos envases (en mi caso los he usado de plástico para que los niños los puedan manipular tranquilamente) y añadir unas gotas de colorante.
Lo removemos bien y...¡ya está listo para usar!
PINTURA DE DEDOS PARA NIÑOS
- 2 Tazas de agua
- 1/2 taza de harina de maíz
PREPARACIÓN: Ponemos el agua y la harina en un cazo y calentamos a fuego lento removiendo la mezcla hasta que espese un poco. Lo retiramos del fuego y metemos la mezcla en cada tarro.
Echamos unas gotitas de colorante en cada uno, lo removemos bien y ya está. Es importante no olvidarse de dejar enfriar la pintura antes de dársela a los niños.
De esta manera tendremos siempre a mano pintura con la que los niños puedan crear dibujos y desarrollar su imaginación, al tiempo que se entretienen. Es una opción ideal para una tarde de lluvia o si se nos ha agotado la que tenían.
A la hora de decorar una habitación infantil, surgen muchas dudas, pero una opción muy buena y que visualmente alegra cualquier pared son los vinilos. Hay infinidad de ellos y a cada cual más bonito. Dependiendo de la temática que elijamos para la habitación o del gusto de los peques nos encontramos con muchísimas posibilidades. Yo os dejo unas cuántas a ver que os parecen.
Hay vinilos de animales:
Vinilos para astronautas...
Y estos vinilos de decohappy que son de mis favoritos!!!
¿Qué os parece la opción de decorar con vinilos? A mí personalmente me encantan; creo que alegran cualquier estancia!!
Materiales: Un tubo de papel higiénico, una base de cartón (la mía es de 6x6), dos trozos de papel para forrar el cartón, tijeras, cola, dos círculos de goma eva blancos, dos ojos, un triángulo de goma eva (1cm aproximadamente), cinta de doble cara y un trozo de goma eva verde.
En primer lugar tenemos que forrar tanto la base de nuestro portalápices, como el tubo. Y una vez forrado pegamos el tubo a la base. Para que no se viera por dentro el cartón forré el interior hasta la mitad más o menos con washi tape rosa.
Cogemos los dos círculos de goma eva blanco y los ojos y los pegamos.
Y pegamos los ojos y el pico a nuestro tubo de cartón. Los ojos los pegué con cinta de doble cara para darles un efecto 3D.
Para las alas, recortar dos semicírculos de goma eva verdes y pegarlos en los laterales del tubo. También los pegué con cinta de doble cara buscando ese efecto 3D ( os aconsejo no poner un trozo muy grande de cinta y centrarlo bien para que no os pase como a mi y sobresalga demasiado).
Le añadí un lazo y brillos en el pico para que resaltara más y este es el resultado.
¡Nuestro portalápices ya está listo para ser utilizado!
El término heurístico procede de la palabra griega eurisko, que significa descubrir, término que encaja a la perfección con la intencionalidad del juego heurístico, que consiste precisamente en el descubrimiento, la exploración y la experimentación.
Tanto el cesto de los tesoros como el juego heurístico fueron diseñados por Elionor Goldschmied y son juegos consecutivos en el tiempo. El juego heurístico va dirigido a niños y niñas de entre 12 meses, en que la mayoría empieza a caminar, y los 24, momento en el que empieza a aparecer el lenguaje.
Con este juego los niños pueden aprender conceptos prácticos como dentro-fuera, la noción de cantidad ( mucho-poco- nada, o lleno-vacío), desarrollan la coordinación ojo-mano, ordenar y organizar objetos, escoger libremente entre la oferta de material y adquirir el hábito de recoger cuando se acaba el juego.
Los materiales que se necesitan para llevar a cabo la actividad los podemos dividir en tres grupos: objetos, contenedores y bolsas.
- Objetos: se obtienen del entorno y pueden ser materiales naturales ( conchas, piedras, esponjas, frutos secos, piñas...), materiales reciclados ( aros, bobinas de hilo, tubos de cartón, pinzas de la ropa, rulos de peluquería, pelotas de ping-pong...) y materiales confeccionados ( pompones ).
- Contenedores: se recomienda cilindros duros de cartón o metal sin la tapa. Los contenedores han de ser siempre los mismos y cada participante debería poder disponer de 3 o 4 botes.
- Bolsas: se necesitan tantas bolsas como clases de objetos haya. Es preferible que sean de tela y que lleven escrito el nombre y el dibujo del objeto que contienen para facilitar su posterior recogida.
Se debe disponer como mínimo de 15- 20 variedades de material y unos 50-60 objetos iguales.
DESARROLLO DEL JUEGO
Antes de empezar seleccionamos 6-8 bolsas con objetos dentro y preparamos los contenedores. Distribuimos el material entre cuatro o cinco puntos de la sala alejados entre sí, ( ya que a medida que los niños se enfrascan en la exploración van esparciendo los objetos por el suelo y debemos evitar que se amontonen, reorganizándolos de vez en cuando). En cada foco de actividad deberemos poner unos 4 o 5 contenedores y los objetos sacados de sus bolsas ( las cuales retiraremos).
A continuación los niños exploran y combinan los objetos. Cada niño va a su ritmo y el niño realiza una actividad libre y espontánea. El tiempo de esta fase es de unos 20 o 25 minutos, pero siempre depende del grado de cansancio de los niños.
La última fase del juego es la recogida de material y es tan importante como las otras. Hay que reservar siempre tiempo suficiente para ordenar la sala sin prisas, de manera que sea una actividad tan divertida como la de jugar. Un buen sistema es empezar a recoger los recipientes y a continuación, si ningún niño empieza a recoger, ofrecerle un objeto a un niño y con un gesto indicarle que lo deposite en la bolsa correspondiente.
A continuación os pongo un vídeo explicativo:
¡ Os animo a ponerlo en práctica con los peques! Seguro que se entretienen muchísimo.
Si tenéis por casa alguna agenda o libreta que no usáis porque no os gusta su portada, esta es vuestra manualidad.
Materiales: Agenda, papel autoadhesivo, tijeras
En mi caso se trata de una agenda de portada negra y con logo de empresa y con este vistoso papel la he transformado y este es el resultado.Lo único que hay que hacer es recortar el papel con el tamaño de la agenda ( procurando que nos sobre 1 cm por cada lado para poder pegarlo en la cara interna de la portada y la contraportada) ¡No hay mejor cosa que personalizar nuestros enseres para adaptarlos al gusto de cada uno!¡¡¡ No me digáis que no es muy fácil!!!
- En primer lugar picamos las fresas en trozos pequeños, las ponemos en un bol con el azúcar y lo dejamos reposar un rato hasta que el azúcar se haya desecho y las fresas hayan soltado el jugo. A continuación lo trituramos con la batidora y pasamos las fresas por un colador fino.
( nos tenemos que quedar con el jugo; yo aproveché el puré de fresas restante como mermelada para el desayuno).
- Ponemos a calentar 200 ml de leche con 200 ml de nata. Cuando rompa a hervir le añadimos 100 ml de leche fría en la que habremos disuelto previamente 24 gr de cuajada. Removemos, y lo dejamos unos minutos, hasta que vuelva a hervir que lo apartaremos y le añadiremos la salsa de fresas.
- Lo vertemos sobre unas copas ( llenamos la mitad de la copa con la mezcla) y las metemos en la nevera.
- Para la crema de chocolate, ponemos a calentar en un cazo 125 ml de leche, 100 ml de nata y el chocolate en trozos pequeños. Cuando rompa a hervir le añadiremos los 75 ml de leche restantes ( con la cuajada disuelta) y removeremos hasta que rompa a hervir de nuevo que lo retiraremos del fuego.
- Ahora solo nos queda verter la crema de chocolate sobre la capa de fresa, despacio para que no se mezclen e introducirlas de nuevo en la nevera al menos un par de horas.
Hoy os traigo una nueva manualidad, porque aunque San Valentín ya pasó, no está de más demostrar día a día a nuestra pareja cuánto la queremos ya que son esos pequeños detalles cotidianos los que marcan la diferencia. Por eso para hoy le tengo preparada esta pequeña sorpresa...
"Vales de amor"
Materiales: Sobres de color rojo, bolígrafo, pegatinas de corazones, tijeras de corte con forma, cartulina blanca, rotulador rojo y pegamento.
Empezaremos pegando los sobres. Para ello cogemos el primer sobre y pegamos la solapa del segundo por detrás del primero, y así con todos. A continuación con la cartulina, hacemos los vales del tamaño del sobre y los decoramos con pegatinas, sellos, bolígrafos...
Ahora solo queda escribir los vales, cerrar el sobre y...¡listo para entregar!
Y es que ya no queda nada...mañana es San Valentín, y si como yo sois de las que lo dejáis todo para última hora y no sabéis qué regalar, aquí os dejo un detalle muy resultón, fácil y rápido de hacer y sobretodo...¡muy, muy dulce!
MATERIALES
Maceta de plástico
Papel crespón verde
2 bollitos con pepitas de chocolate (tipo doowap)
Brochetas
Chucherías
Materiales para adornar la maceta ( a gusto de cada uno).
Aunque en la foto salen fideos de chocolate porque los iba a usar previamente, al final no fueron necesarios.
PREPARACIÓN
En primer lugar cortamos un trozo de papel crespón verde y lo introducimos cubriendo el interior de la maceta, cuidando que nos sobre algo por los lados. A continuación colocamos en el fondo dos doowap, apretándolos bien, los cuales nos servirán de base para sostener las brochetas. (Usaremos los doowap como si fuese la tierra de la maceta, los fideos los tenía preparados para que si se diese el caso de verse algo el bollito, cubrirlo con fideos para que se asemejase más a la tierra, pero al final no fue necesario).
Procurar meter los doowap con cuidado de no manchar el papel (como me ocurrió a mí), aunque si es poco no pasa nada porque después quedará cubierto con las brochetas, pero...¡Mejor tratemos de cuidar la presentación, ¿no? jeje.
Para terminar, colocamos las brochetas con las chucherías al gusto y adornamos la maceta. Este ha sido el resultado final. ¿Qué os parece?, ¡Sencillo, verdad!
Para adornar la maceta yo he introducido una mariquita en ella y la maceta la decoré con cinta de corazones y un corazón de madera.
A la hora de presentar el regalo, lo podemos envolver con papel celofán y una cinta...et voilà!!