Tanto el cesto de los tesoros como el juego heurístico fueron diseñados por Elionor Goldschmied y son juegos consecutivos en el tiempo. El juego heurístico va dirigido a niños y niñas de entre 12 meses, en que la mayoría empieza a caminar, y los 24, momento en el que empieza a aparecer el lenguaje.
Con este juego los niños pueden aprender conceptos prácticos como dentro-fuera, la noción de cantidad ( mucho-poco- nada, o lleno-vacío), desarrollan la coordinación ojo-mano, ordenar y organizar objetos, escoger libremente entre la oferta de material y adquirir el hábito de recoger cuando se acaba el juego.
Los materiales que se necesitan para llevar a cabo la actividad los podemos dividir en tres grupos: objetos, contenedores y bolsas.
- Objetos: se obtienen del entorno y pueden ser materiales naturales ( conchas, piedras, esponjas, frutos secos, piñas...), materiales reciclados ( aros, bobinas de hilo, tubos de cartón, pinzas de la ropa, rulos de peluquería, pelotas de ping-pong...) y materiales confeccionados ( pompones ).
- Contenedores: se recomienda cilindros duros de cartón o metal sin la tapa. Los contenedores han de ser siempre los mismos y cada participante debería poder disponer de 3 o 4 botes.
- Bolsas: se necesitan tantas bolsas como clases de objetos haya. Es preferible que sean de tela y que lleven escrito el nombre y el dibujo del objeto que contienen para facilitar su posterior recogida.
Se debe disponer como mínimo de 15- 20 variedades de material y unos 50-60 objetos iguales.
DESARROLLO DEL JUEGO
Antes de empezar seleccionamos 6-8 bolsas con objetos dentro y preparamos los contenedores. Distribuimos el material entre cuatro o cinco puntos de la sala alejados entre sí, ( ya que a medida que los niños se enfrascan en la exploración van esparciendo los objetos por el suelo y debemos evitar que se amontonen, reorganizándolos de vez en cuando). En cada foco de actividad deberemos poner unos 4 o 5 contenedores y los objetos sacados de sus bolsas ( las cuales retiraremos).
A continuación los niños exploran y combinan los objetos. Cada niño va a su ritmo y el niño realiza una actividad libre y espontánea. El tiempo de esta fase es de unos 20 o 25 minutos, pero siempre depende del grado de cansancio de los niños.
La última fase del juego es la recogida de material y es tan importante como las otras. Hay que reservar siempre tiempo suficiente para ordenar la sala sin prisas, de manera que sea una actividad tan divertida como la de jugar. Un buen sistema es empezar a recoger los recipientes y a continuación, si ningún niño empieza a recoger, ofrecerle un objeto a un niño y con un gesto indicarle que lo deposite en la bolsa correspondiente.
A continuación os pongo un vídeo explicativo:
¡ Os animo a ponerlo en práctica con los peques! Seguro que se entretienen muchísimo.
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